Born in the USA? Realidad surrealista

El pasado día de reyes, 6 de enero de 2021, quise ver en esta canción del gran Bob Dylan una banda sonora reflexiva de la ignonimia ocurrida en Estados Unidos, un grito de socorro expresado con urgencia:

Mamá, quítame esta insignia. Ya no puedo usarla. Está oscureciendo, está demasiado oscuro para ver. Siento como si estuviera golpeando… en las puertas del cielo. Golpeando en las puertas del cielo.

Como tantas otras veces. Mamá, limpia la sangre de mi cara. Ya no puedo ver a través de ella. Tengo ese viejo y negro sentimiento… y le perdí el rastro.

Siento como si estuviera golpeando… en las puertas del cielo. Golpeando en las puertas del cielo. Como tantas otras veces. Mamá, deja mis pistolas en el suelo. Ya no puedo dispararlas. El viejo tren negro del paraíso está llegando. Siento como si estuviera golpeando… en las puertas del cielo. Golpeando en las puertas del cielo.

¿Qué está pasando?…¿El mundo se ha vuelto definitivamente loco?

Probablemente estos pensamientos habrán incidido en las mentes de millones de personas el pasado miércoles por la tarde cuando en Estados Unidos, una multitud conseguía irrumpir y hacerse con el control del Capitolio en Washington, atemorizando a los senadores y legisladores que se hallaban allí presentes en el procedimiento que tiene lugar en los USA, para poder validar las elecciones que tuvieron lugar el pasado año, y de las que Joe Biden se proclamó como justo y absoluto vencedor.

Fotos de un tipo vestido como Buffalo Bill, varios muertos, entre ellos una mujer que al parecer fue la primera en tratar de entrar por una de las ventanas y que fue abatida de un tiro en el interior; momento grabado en directo que circula por toda la red para que cualquiera lo pueda ver, lo cual me parece tan escalofriante que no puedo ni explicarlo, invasiones de los despachos por parte de muchos de los miembros de esta turba; uno de ellos con pies en la mesa del despacho de Nancy Pelosi (Presidenta de la Cámara de Representates de los Estados Unidos) incluidos, selfies con la policía, robo jocoso de «reliquias», un solo guardia con una porra a la entrada…pareciera que la seguridad que hoy más que nunca debía demostrar la fortaleza de los States en este asunto, hubiera flojeado hasta límites irrisorios, insisto, justo uno de los días en que esta debía de ser absolutamente blindada y donde no se debía cometer ningún error.

Incluso varios vídeos tomados in situ y al momento, como el de un grupo de policías que deja entrar a los manifestantes o el ataque brutal a un equipo de prensa al que destrozan todo el material de grabación con la bandera de las barras y estrellas como arma.

Luego, escenas de la sala principal que dan la vuelta al mundo en tiempo récord con los legsladores y unos cuantos de los senadores presentes bajo sus asientos, algunos de ellos con equipo de protección anti biológico, en un live total, y que a muchos en España les ha hecho rememorar ese 23-F de 1981, siendo de repente sacudidos por el hecho de que algo así pudiera estar teniendo lugar en una de las democracias más consolidadas de todo el planeta. Pareciera que estuviéramos asistiendo a una película made in Hollywood.

Los periódicos de todo el mundo se han hecho eco de la noticia, y no es para menos. La noticia es de un alcance inaudito. Afortunada de poder acceder a los medios norteamericanos, todos han condenado el hecho, sin resquicio de duda, comenzando ya en el acto las dimisiones de algunos miembros del gabinete del todavía presidente Trump, y de asesores de su primera dama. Las dimisiones dentro del gabinete de Trump y de su equipo, 9 hasta el momento, suceden en protesta por algo que no tiene justificación alguna. Hasta el jefe de seguridad del Capitolio ha dimitido por efectivamente haber recibido justas acusaciones de errores fatales con una casi total ausencia de una activación adecuada del dispositivo de seguridad. Lo que más llama la atención es la condena unánime por parte de todo el entramado político, incluso por los de su partido; no sé qué habría pasado en otros países… Tal vez sea por salvar el culo, estoy de acuerdo, pero, ¿es que en otros países no se pude poner en tela de jucio nada?¿No se puede desmarcar uno de la postura de su partido, incluso condenando actos reprochables? ¿por qué les encanta abrir debates y dejar que pase el tiempo mientras la acción determinada y rápida es lo que muchas, si no las más de las veces, requieren las situaciones urgentes?

Esta mañana, escuchando CBS news, se preguntaban por la brecha imperdonable en la seguridad, cuando, además, decenas de miles de personas habían ido llegando a Washington D.C. durante el día en autobuses y camionetas. Esto ya lo sabían, de hecho la alcaldesa había recomendado a la gente quedarse en casa, esta vez por algo distinto al monotema monotemático. El caso es que lo sabían y aún así no pergeñaron siquiera un dispositivo de seguridad medianamente eficaz en el Capitolio. Todo lo contrario. Veremos si las pesquisas dan su fruto y podemos saber qué es lo que ha ocurrido realmente para que esto haya llegado a suceder en un país en donde te pegan un tiro por cualquier acto que amenace el bienestar democrático y el cumplimiento de la ley. La verdad es que a mí se me hace todo extrañísimo. ¿Qué ideas tienes tú al respecto? ¿Cómo pudo suceder algo así?

Trump, por fin, ha reconocido hoy la victoria de Biden, quien apareció cariacontecido ante los medios cuando el asalto por parte de esa muchedumbre estaba teniendo lugar, para pedir al todavía presidente Trump que apareciera en una televisión pública para parar de una vez por todas este acto de insurrección incitado por las palabras de un Trump incapaz de aceptar una derrota y que incendiaba twitter con sus afirmaciones contundentes de que las elecciones «habían sido robadas»; todo este hecho pareciera que pusiera en jaque a la democracia de uno de los países de mayor tradición de la misma, una república que inspira a muchos de los sistemas democráticos del mundo, es especial del occidental.

Tal vez, pensarán algunos, que total, están muy lejos, es algo que está pasando en el otro extremo del planeta, pero en un mundo tan globalizado como el nuestro no existen distancias, se ha comprobado con China y la pandemia que empezando de manera local y se extendió como la pólvora por todo el mundo. Hoy vivimos y somos en todas partes puesto que la web es un lugar donde se lanzan ideas, se inflaman, se extienden bulos, se manipula, se copian conductas y se obtiene inspiración que puede ser malévola o benévola. Aparte, Estados Unidos es un país que, hablo por experiencia propia, siempre me ha inspirado pese a tener muchas sombras a su vez. Sus valores de orden, libertad y democracia son pilares fundamentales de cualquier sistema político que quiera funcionar de una manera próspera.

Además de premiar la meritocracia, el sueño que viene vivido con suficiente fuerza como para pasar a la acción, la investigación científica, la multiplicidad de posibilidades, el comerse el mundo, el poder dar la opción de llegar a hacerse millonario si uno persevera, y una gran base de empresarios y emprendedores en su cantera que lo convierten en un país próspero por naturaleza, todo ello unido a una apertura mental en muchos de sus habitantes que contribuye a crear el suelo perfecto para sembrar ideas «locas» y no tan locas. Siempre he sentido que se les da bien abrir las puertas a las personas que van con un objetivo claro, cuando aquí en España podría parecer que quieren aburrirte con burocracias para que permanezcas inamovible o lo más «quietecito» que puedas, sin alentarte demasiado a brillar. Luego esto tiene sus matices, claro está, y se puede también prosperar, sabiendo que hay que tener paciencia.

En sus aspectos más oscuros, una doble moral que les puede hacer a veces tremendamente hipócritas. También es un país de inmensas desigualdades, de ideales de plástico que producen fanatismos, y de gente que simplemente, condenada a no encajar, busca hacerlo dentro de comunidades propensas al sectarismo y al fanatismo, enmarcado dentro de un «patriotismo» o, elige tu la palabra, que les conduce a cometer atrocidades a todos los niveles. Para muchos, ese «ideal» vendido por el ideario cultural americano, no pasará de ser un intento acomodado a las expectativas de la sociedad, o una absoluta falacia. La segunda enmienda a la Constitución de EEUU permite la tenencia de armas y provoca, en mi opinión, un reguero de crímenes y masacres innecesarias. Y por último, el ansia de poder y de conquista ha hecho que Estados Unidos participe en guerras o que las inicie, alegando amenazas a la integridad, la ley, el orden o la libertad de los americanos, en un mal entendido patriotismo, que les lleva a poner su vida al servicio de su país y a asesinar a otros en cualquier lugar, por recóndito que sea. [Inciso: Curiosamente, Trump es el primer presidente desde Jimmy Carter en no iniciar una guerra en su primer mandato, corría el año 1980 cuando este último dejó el sillón presidencial. Fin del inciso]. Evidente y afortunadamente, muchos son los norteamericanos que se rebelan y ejercen su derecho de no pensar así, ejerciendo como disidentes del lavado de cerebro generalizado, ni de participar de la aprobación de todas estas contiendas levantadas por soflamas de los dirigentes de turno. Siempre ha habido en los USA protestas, cantantes y escritores que claman con fuerza por un «sueño» más fuerte que lleve a la unión y a la vida en paz; artistas de todo tipo: cineastas, actores, pintores, que han sabido precisamente dar con su propia grandeza e inspiración una razón de ser a este país tan heterogéneo y ecléctico tanto en sus paisajes como en sus gentes.

Ya lo dijo muy bien en una canción el Boss, donde veo ese sueño a medias engalanado de mentiras, una canción que muchos se apropiaron como himno patriótico para sus intereses, y que es en realidad una crítica aguda y mordaz de una de esas guerras «americanas» por antonomasia: la guerra de Vietnam. El bagaje intelectual le llegó a Springsteen cuando leyó las memorias de Ron Kovic, Nacido el 4 de julio, y que posteriormente inspiraría también la famosa película por todos conocida. Quedó profundamente conmovido con la historia y hasta entabló una relación con este excombatiente de Vietnam, que llevaba varios años de activista antiguerra. Bruce había escrito para su gente, los esforzados estadounidenses a los que el sueño americano dio la espalda. Es una canción protesta, contra la guerra, contra las políticas que dejan a los más desfavorecidos a la intemperie del frío de una sociedad que te da la espalda. Así lo explicaba el mismo Boss en su propio libro:

“Born in the U.S.A». sigue siendo una de mis mejores y más malinterpretadas canciones. La combinación de sus estrofas blues deprimidas y su entusiasta estribillo afirmativo, su demanda de una voz patriótica crítica junto al orgullo del lugar de origen era al parecer demasiado conflictivo (¡o simplemente una molestia!) para sus oyentes menos exigentes”.

Tal vez, podemos entender cómo muchos de los daños colaterales de actos atroces que nos ponen el vello de punta, nacen precisamente de la manipulación de políticos, medios de comunicación y principios culturales tergiversados. Ojo a las imágenes que aparecen en el vídeo, sobre todo a partir del minuto 3:17, en un compendio de lo que sería esa doble cara de lo que debe suponer ser un «Nacido en…USA??». La imagen que coincide con el grito de Bruce en 3:50 sacude el alma.

Nací en un pueblo de mala muerte, la primera patada que recibí fue cuando caí al suelo. Acabas como un perro al que han golpeado demasiado
hasta que pasas la mitad de tu vida escondiéndote. Nací en Estados Unidos, nacido en Estados Unidos.

Me metí en un aprieto en la ciudad, así que pusieron un rifle en mi mano.
Me enviaron a una tierra extranjera para ir a matar al hombre amarillo. Nací en Estados Unidos, nacido en Estados Unidos.

Al regresar a casa, a la refinería, el capataz me dijo: «Hijo, si dependiera de mí…»Fui a la Administración de Veteranos y me dijeron: «Hijo, ¿aún no lo entiendes?» Tenía un hermano en Khe Sahn luchando contra el Viet Cong. Ellos aún están allí, él ha muerto. Tenía una mujer a la que amaba en Saigón. Ahora sólo tengo una foto de él en sus brazos.

Bajo las sombras de la penitenciaría, junto al fuego del gas de la refinería,
llevo diez años quemando carretera, sin sitio adonde huir, sin un lugar adonde ir. Nací en Estados Unidos, nacido en Estados Unidos.
Soy un tío acabado en Estados Unidos, nací en Estados Unidos.
Soy un rockero descarado en Estados Unidos.

¿Crees que lo que ha pasado va a tener consecuencias en otros lugares del mundo?¿Consideras que esto quedará aquí, como una de las jornadas más negras de la Historia de la democracia, con vidas perdidas incluidas?¿O crees que afectará irremediablemente al mandato que inicia Joe Biden cuando el traspaso de poderes se haga efectivo el 20 de enero…o mucho antes si las peticiones de inhabilitación al presidente Trump prosperan? Y lo que es más importante, ¿crees que puede llegar a afectar en algo a nuestro país, o ni en broma?