Hoy, escuchando a Paul McCartney, me han venido a la memoria momentos gratos asociados a su música, y, cómo no, a la música de mis apreciadísimos Beatles.
Pero, curiosamente, lo que me ha sorprendido es el efecto que su música ejerce en mí, trayéndome al momento presente. Ahora que están tan de moda el mindfulness, y todo tipo de técnicas para poder volver de nuestra constante dispersión mental, me ha parecido interesante este efecto. Musicoterapia en estado puro. Supongo que para cada persona, cada música desata o conecta con sentimientos o ideas distintas, los recuerdos propios muchas veces dotan a las distintas músicas que escuchamos, de las entidades de sentimiento en las que las englobamos.
Voy a abundar en todo esto que comento con la música que vaya escuchando, y creo que me voy a ir deteniendo en las canciones compuestas por los músicos y creadores que más me gustan, o con los que más afinidad puedo tener, o que despiertan en mí sensaciones y sentires en los que quiero ahondar, por la razón que sea. Es evidente que muchas veces escuchamos una u otra música para que esos sentimientos afloren en nosotros, o incluso para acompañarlos. ¿Quién, cuando está eufórico, no ha corrido a poner en su equipo a todo volumen, esa canción que le pone a mil?, ¿o sintiéndose completamente hundido, ha decidido embelesarse escuchando esa melodía o esa letra que realmente le hace sentirse comprendido?
Aquí va mi primera apuesta, y voy a exponer contrastes. Hoy, Paul y John, sí, sí, McCartney y Lennon, por ese orden.
De Paul, una canción que me resulta tan positiva y tan, hmmm, deliciosa, que siento que la vida es feliz y me sonríe, que es un pedazo de pastel enorme, y quiero correr al mar, al campo, a la calle, a saltar con los pajaritos a mi alrededor para comerme mi parte. Paul es, musicalmente hablando, un genio, un artistazo, y tiene una habilidad sin igual de transmitir sus mensajes desde muchos registros; en este caso, nos ofrece una joyita exquisita, cuya belleza reside en la sencillez con la que nos acoge en su mundo sonoro.
Miro arriba, miro abajo. Estoy mirando donde quiera que voy, buscando un hogar. En el corazón del campo voy a ir, voy a ir. Les diré a todos los que conozco que estoy buscando un hogar en el corazón del campo. Corazón del país donde crece la gente santa. Corazón del campo, huelo la hierba en el prado Wo wo wo. Quiero un caballo, quiero una oveja, quiero darme una buena noche de sueño viviendo en un hogar, en el corazón del campo voy a ir, voy a ir. Les diré a todos los que conozco que estoy viviendo en un hogar en el corazón del campo. Corazón del país donde crece la gente santa. Corazón del campo, huelo la hierba en el prado
De John, una maravilla reflexiva, siempre me conmueve ese genio entre atormentado y visceral que destilan muchas de sus canciones. Desde luego, es distinto a Paul…y complementario, ya con los Beatles hay una canción que lo demuestra claramente y que podremos degustar otro día. La sensación con la pieza que os muestro en esta ocasión es de crudeza, de palabras que surgen a borbotones, a la vez que acarician y hieren el alma como cuchillos. Y curan heridas profundas. Esa manera de silbar… Enorme.
Nadie te quiere cuando estás triste y decaído. Nadie te ve cuando estás feliz.
Todos se pelean por un dólar y un centavo. Yo rascaré tu espalda y tú rascarás la mía. He estado en el otro lado, te he mostrado todo, no tengo nada que esconder. Y todavía me preguntas si te quiero, qué es esto, qué es esto. Lo que puedo decirte es que todo es espectáculo. Qué es esto, qué es esto, qué es esto. Nadie te quiere cuando estás triste y hundido, nadie te conoce cuando estás feliz. Todos se pelean por un dolar y un centavo. Te rascaré la espalda y tú acuchillarás la mía. He estado del otro lado del agua tantas veces. He visto al hechicero de un solo ojo guiando a los ciegos. ¿Y todavía me preguntas si te quiero?, qué dices, qué dices. Cada vez que atisbo lo que es, se me escapa. Qué dices, qué dices, qué dices. Me levanto por las mañanas y miro en el espejo para ver, ooooo e! Entonces me tumbo en la oscuridad y sé que no podré dormir, ooooe!uno, dos, tres, cuatro. Uno, dos, tres, cuatro. Nadie te quiere cuando eres mayor y gris, nadie te necesita cuando estás confundido. Todo el mundo está alborotando sobre su propio cumpleaños. Todo el mundo te quiere cuando estás tres metros bajo tierra.
Guau…. Me alegra y me enorgullece que des a conocer estas canciones. Supongo que algo te verás en ellas. Supongo que aprenddes a vivir venga lo que venga con la actitud que tú y solo tú decidas. 👌😍
Sí, exacto, gracias por tu comentario, José Antonio. Son maravillosos. Y qué afortunados somos de poder elegir canciones y estados de ánimo. Sí!!
Extraordinaria percepción, de la música y de los inmortales Beatles. Gracias por compartir ese glorioso entusiasmo.
Muchas gracias a ti, Araceli! Qué alegría leerte por aquí:)
Me encantan tus reflexiones de dos grandes de ese gran grupo que lo fue todo. Se demostró que todos eran unos genios musicales. No me extraña que te enamore su musica y a la vez de que te cree añoranzas y te transporte a entrañables vivencias. Me encanta que hayas elegido a Paul.y a John y espero que continues analizando no solo a ellos, tambien a George y a Ringo y a los cuatro juntos además de separados, porque su musica innovadora lo merece.
Muchas gracias por tu comentario, Pilar, es verdad que son la bomba. Gracias por tus sugerencias, lo tendré en cuenta para próximos posts. Seguramente vendrán más publicaciones dedicadas a estos grandes. Y respecto a George y Ringo, lo tengo también en cuenta para que tengan su lugar aquí.
Bonitas reflexiones, acompañadas por dos canciones no muy conocidas, pero muy entrañables, de Paul y John. Gracias por compartirlas 🥰🤗
Gracias por tu comentario, Marco. Seguiremos compartiendo:)
Las canciones forman parte de nuestro estado de ánimo y de nuestra vida y fases vitales, los grandes genios saben cómo expresar lo que tanto nos gustaría, y los grandes músicos tienen la habilidad de hacerlo así, como iban a faltar ellos… gracias por elegirnos canciones tan distintas para conocer mejor sus personalidades, la tuya, y a la vez, parte de la nuestra…:)
Muchas gracias por tus reflexiones, Marta. Tienes razón, las personalidades de los compositores salen a la luz a través de sus canciones y podemos conocerles mejor. Y a la vez conocernos, gracias.:)